viernes, 24 de abril de 2009

TU OPINION ES IMPORTANTE

LORENZO H. ZAMBRANO DIJO QUE CEMEX HA PERDIDO 16% DE PARTICIPACIÓN DE MERCADO EN 14 AÑOS. USTED CONSIDERA QUE ESE DATO ES INDICTAIVO DE QUE EN´MÉXICO NO SE COMETEN PRESUNTAS PRÁCTICAS MONOPÓLICAS?

3 comentarios:

  1. No necesariamente, puede ser el indicativo de que el sector pasó de un monopolia a un oligopolio y el cartel se redistribuyó las cuotas, a parte de que pueden presentarse simulaciones de competencia con "nuevos" participantes.
    Gente que trabajaba en CEMEX me había comentado que el costo real, no el maquillado, de la producción de cemento estaba exagerádamente muy por debajo del precio final y el precio final superior al registrado en el mercado internacional, a parte de que ciertos insumos para producir el cemento en CEMEX estaban "subsidiados" o con precios preferenciales por parte del gobierno. Es cierto esto?

    Me podría parecer bien que subsidien ciertos insumos, pero que el ahorro en los costos se refleje a favor del consumidor, no del productor.

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  2. (CEMENTO) PRACTICAS MONOPOLICAS DESDE
    1982 A LA FECHA.- CFC



    MEXICO, Mayo. 11.- Las prácticas monopólicas en la
    industria cementera, que surgen con la crisis económica de
    1982, se agudiza ante el riesgo de quiebra de Cementos
    Tolteca en la década de los 90, posteriormente Apasco con
    su nueva planta en Coahuila inicia las hostilidades en el
    mercado, como lo hizo por separado Moctezuma en 1997, se
    mantienen hasta el momento, señala el ente antimonopolios
    en México.

    "Existe información de que las empresas investigadas
    probablemente han venido llevando a cabo prácticas
    monopólicas absolutas desde el año de 1982 y hasta la
    fecha", señala el Oficio de Probable Responsabilidad (OPR)
    de prácticas desleales en el mercado de materiales para la
    construcción, en particular, la industria del cemento que
    investiga la Comisión Federal de Competencia (FCF) con las
    cuatro grandes cementeras del país.


    El OPR, del cual El Semanario Agencia tiene una copia
    y con el cual fueron notificados Cemex (BMV: CEMEX), Holcim
    Apasco, Cruz Azul, y Corporación Moctezuma (BMV: CMOCTEZ),
    señala que las más activas en la fijación de precios fueron
    CEMEX y la filial de la suiza Holcim, Apasco, esto en aras
    de mantener un precio de ventas alto.


    Entre otros puntos, en la denuncia que presentaron
    tres empresas: Irkon Holdings, Maquinaria, Carros y
    Camiones (MCC) y Comercio para el Desarrollo Mexicano
    (CDM), esta última es mejor conocida porque es la compañía
    propiedad de los tres empresarios regiomontanos (cuna de
    CEMEX) que en 2004 intentaron sin éxito importar cemento
    ruso a México a través del tristemente celebre buque Mary
    Nour.


    Una de las tantas pruebas que presentaron los
    denunciantes fue el hecho de que el precio del cemento a
    granel en México era 243% más elevado respecto al promedio
    internacional de 19 países con el mayor consumo de cemento
    en el mundo en 2002. La denuncia que derivó en el
    expediente DE-32-2006, se presentó en 2006 y el
    emplazamiento al desahogo de pruebas a las empresas
    involucradas empezó en octubre de este año, es decir casi
    31 meses después.


    Según la Ley Federal de Competencia Económica (LFCE)
    se consideran como un indicio de prácticas monopólicas
    cuando el precio de venta ofrecido en el territorio
    nacional por dos o más competidores, susceptible de
    intercambiarse internacionalmente, sea sensiblemente
    superior a su precio de referencia internacional.


    Además, la denuncia se hace acompañar por las declaraciones
    de ex ejecutivos de CEMEX y Apasco que relatan como se
    establecieron las reuniones entre las partes que integran
    el sector, incluso cómo ejercieron presión entre ellos
    mismos para aumentar el precio del cemento y cómo
    sometieron a los comercializadores que en un momento dado
    quisieron importar cemento de otro país o incluso
    simplemente intentaron cambiar de proveedor.


    Según el OPR, Luis Martínez Argüello, empleado de
    CEMEX y Holcim Apasco (de 1982 y 1990), presidente de la
    Canacem (1993-1994) y presidente del Instituto Mexicano del
    Cemento y el Concreto de (1993 a 2003), dijo al ente
    antimonopolios que los que hoy se denominan CEMEX, Holcim
    Apasco, y Cruz Azul establecieron políticas de fijación de
    precios.


    "Existió un acuerdo entre los integrantes de la
    industria del cemento en México, con el objetivo de sortear
    la crisis económica que se originó en 1982 y que presionó a
    la industria de tal manera que algunas empresas estuvieron
    en peligro de caer en quiebra.


    "Lo que las cementeras menos necesitaban (…) era tener
    una competencia difícil. Por eso se decide una estrategia
    de tres pasos muy simples. El primero era no afectar el
    precio, evitar reducir más los precios, no caer en guerra
    de precios ni precios predatorios (…). Segundo, empezar a
    poner políticas de crecimiento de precios hasta llegar al
    precio que se tenía inicialmente de 65 dólares. El tercero,
    evitar presiones internas de producción para lo cual se
    tenía que exportar.


    "Varios de los grupos, Anáhuac, Tolteca, Apasco, Cruz
    Azul, establecen políticas de precios para evitar la parte
    de precios predatorios e ir incrementando el precio en el
    mercado. Estas políticas consistían en establecer
    porcentajes de mercado, participaciones en su mercado
    tradicional, establecer precio en casa una de las zonas y
    permitir la competencia con los precios establecidos en
    cada región (…) La postura fue sacrificar mercado para
    mantener precio", señala el OPR citando las declaraciones
    de Martínez Argüello.


    Más allá de esa crisis, el que fue director de
    comercialización de la zona noreste (1997-2002) de lo que
    hoy es Holcim Apasco, Federico Sendel, ante la entrada en
    operación de la nueva planta de la compañía en Ramos
    Arizpe, Coahuila, CEMEX inició una guerra de precios. Si
    bien, en ese entonces la tregua fue un pacto de precios,
    años más tarde las hostilidades del mercado las iniciaría
    la actualmente ítalo-española-mexicana Moctezuma, que a
    como diera lugar tenía que incrementar su volumen de
    ventas.


    Derivado de esto, la Cámara Nacional del Cemento
    (Canacem) toma una mayor participación en la colusión de
    mercado que investiga la CFC, esto al reunir a sus
    agremiados en sus instalaciones para dicho fin.


    Las declaraciones de Sendel señalan que "entre 1992 y
    1993 se desató una guerra de precios, provocada por CEMEX,
    quién no aceptaba la incursión acelerada de Apasco en el
    noreste. La guerra permitió el aceleramiento de la
    colocación de la capacidad de producción de la planta Ramos
    Arizpe. En 1993 se negoció desde los corporativos de Apasco
    y Cemex la tregua, llegando a acuerdos sobre qué clientes
    se quedaría cada empresa, la participación de cada empresa
    en el mercado y la fijación de precios de menudeo, medio
    mayoreo y mayoreo.


    "A partir de 1997, Moctezuma comienza a tener una
    mayor participación de mercado, como resultado de las
    negociaciones llevadas a cabo con CEMEX y Apasco, a través
    de la CANACEM, en el sentido de fijar un volumen de ventas
    anuales no negociables y comprometerse, a cambio, a salirse
    de las plazas de Jalisco, Aguascalientes y San Luis
    Potosí".


    Sendel señala que Antonio Taracena (actual director
    general de Corporación Moctezuma, empresa controladora por
    las cementeras Buzzi Unicem, de Italia, y la española
    Cementos Molins) "aceptó que llegó (o llevó) el cemento de
    Moctezuma a Monterrey sin el conocimiento de ellos (CEMEX y
    Apasco) y fue práctica de ‘presionar por parte de los
    distribuidores de Apasco y CEMEX, hacia las marcas’,
    considera que no está dentro de sus prioridades ir hacia
    esas plazas y en un momento dado estará dispuesto a salirse
    de las plazas de Jalisco, Aguascalientes y San Luis
    Potosí".


    En una reunión por ese "malestar" del mercado, Taracena
    habría señalado a los líderes del mercado que el objetivo
    de ventas de Moctezuma era (en 1997) de 750,000 toneladas
    anuales, cifra "no negociable".


    Según el OPR, directivos de la actual Holcim Apasco
    señalaron que "no estaba de acuerdo por ningún motivo en
    los objetivos de volumen y participación de mercado de
    Moctezuma".


    Esa posición la compartía el líder, CEMEX, al señalar
    que para la regiomontana era "inaceptable la posición de
    Moctezuma y menos bajo la táctica de vender por debajo de
    los precios de mercado a los clientes de la red de
    distribución y construcción de CEMEX, como se está siendo
    el caso en este momento en los Estados Unidos de México y
    la zona metropolitana (llevó y mostró evidencias de lo
    anterior)", señala el expediente.


    Para algunos expertos, esa protección de los precios
    en el mercado local, donde incluso a Moctezuma ofrecieron
    exportar su capacidad excedente a Estados Unidos por parte
    de Apasco, fue lo que llevó al gobierno de la Unión
    Americana (a través del Departamento de Comercio) a
    decretar un impuesto dumping al cemento mexicano. Fue hasta
    después de 16 años (en 2006) que se logró un acuerdo
    preliminar para eliminar ese impuesto compensatorio, el
    cual se eliminó recientemente.


    Regresando al OPR, CEMEX y Apasco decidieron
    "establecer una estrategia de contención de en el mercado
    primario de Moctezuma que nos permita contener las
    ambiciones de volúmenes y participación de Moctezuma.
    Asimismo defender a toda nuestra red de clientes para
    evitar que se vuelvan duales y darles ‘cavida’ (Sic) al
    producto de Moctezuma con los clientes de hace muchos años
    de Cementos Apasco".


    Mientras que los dos grandes del sector se disputaban
    el mercado, la Canacem empezó a tener mayor juego en los
    mecanismos de fijación de precios, señala el documento.


    En la Canacem se gestaron principalmente dos
    mecanismos, el primer consideraba que todas las empresas
    participantes firmantes del pacto tenían que entregar a un
    notario la información para evaluar los precios del
    mercado. Todo esto era confidencial y los trabajos estaban
    encabezados por el presidente de la cámara. Actualmente, el
    presidente ejecutivo de ese organismo es Osmín Rendón.


    A pesar de ese mecanismo, señala el documento, las
    empresas designaban personal frente a las empresas rivales
    para contabilizar el número de camiones y tonelaje que
    salía de las plantas. Al final de cada mes, las cifras
    tenían que coincidir.

    Otro de los mecanismos que se gestó en la Canacem, fue
    el llamado "Libro Blanco" inspirado en empresas como Grupo
    Bimbo o Sabritas, esquemas de esas empresas que refleja que
    el precio del producto era el mismo, independientemente del
    punto de venta.


    Según las declaraciones de los ex directivos de las
    cementeras investigadas, la creación del libro blanco que
    establecía los precio del producto en las principales
    plazas, donde se incluía el costo del flete (el cual
    fijaban las cementeras). Este mecanismo se habría
    establecido ante la inminente quiebra de Cementos Tolteca.


    Pero la colusión de precios y del mercado, no sólo era
    para protegerse de los mismos productores de cemento, sino
    incluso de los productores de concreto independientes o
    bien de los distribuidores de cemento, los cuales estos
    últimos eran castigados por intentar cambiar de marca o
    bien si solicitaban el documento obligatorio en ese
    entonces de las cámaras para importar cementos.


    El Semanario Agencia

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  3. Para México la polémica que ha desatado el caso CEMEX - Mary Nour no es una simple discusión académica sobre los niveles de competencia de la industria cementera. La disputa encierra en cierta medida la capacidad del país para transformarse en una nación moderna, competitiva, a favor de libre mercado y en la que las buenas ideas empresariales puedan encontrar su apropiado curso legal y recompensa económica para beneficio de quienes las tienen y desarrollan.

    El fracaso de un proyecto de importación de cemento podrá mantener el estatus quo en la industria cementera en perjuicio de los consumidores. Para un país como México, con enormes deficiencias de infraestructura y con un fuerte déficit de vivienda, permitir que dos empresas, Cemex y Holcim Apasco, controlen 80% de las ventas de cemento tiene enormes implicaciones sociales al elevar el costo del progreso

    Para algunos economistas las barreras de entrada reales o burocráticas que existen para participar no sólo en la industria cementera, sino también en las industrias cervecera, telefónica, televisiva, eléctrica, petrolera, bancaria y de la aviación, han hecho que los mexicanos terminen pagando más por el cemento, por el teléfono, por la gasolina, por la luz, por las comisiones bancarias, por los boletos de avión, que en otras naciones. Esos altos precios son así un pesado lastre para elevar el bienestar.

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